No es el titulo de una película
para marranetes. Tampoco del literario Virgo de Visanteta. Se trata de
una efeméride imprescindible para el desarrollo de la cultura occidental:
Leticia Sabater retorna (cual florecilla primaveral) al estado virginal. La
chica peliteñida, la presentadora de ojos disímiles, que traumatizó a toda una
generación con el “Okeymakey”, la chica de la neurona “megachachi” (su única
neurona), vuelve a ser mozuela y entera. Aquesta mocedad recobrada la ha
perpetrado Leticia tras informarse (ignoramos si puerta por puerta) que era de
uso común entre las “celebrities”. Acompaña sus apasionantes declaraciones con
un exceso de información (que diría el Travolta de Pulp Ficcion) describiendo
el armamento excesivo de sus partenarires y las dificultades para el ejercicio
satisfactorio de la coyunda; con unos especímenes tan dotados; que parecían
pertenecer al mundo equino antes que al humano. La reconstrucción del virgo de
Leti-leti ha resultado un arriesgado trabajo donde se combinan la espeleología,
la paleoarqueología, y el buen hacer de restauradores de la escuela de Bellas
Artes. Con ese prodigioso dominio del lenguaje cervantesco y la clase que la
caracteriza, la show woman nos aclara que “tenía que agrandarse un poquitín el
chichi”. Ignoramos si bajo cuerda se habrá solicitado una subvención para
rehabilitación de estructuras arcaicas, que en los asuntos de verijas, toda
precaución es válida y nunca excesiva. Para los bajos, calor y refajo. Leti es
una cajita de sorpresas. Sus canciones destilan una poesía a caballo entre un
Ruben Dario en ácido y un Bécquer fumeta tras una noche de farra:
“Me gustan los
latinos, me ponen cachonda,
Cuerpos musculosos. Me pone su anaconda”
Extraordinario dominio del
castellano y exquisita elegancia, se condensan en estos húmedos versos. La misma
Leticia tiene el detalle de aclarar que introdujo escenas divertidas en su
infumable video IMCA (un atentado integral contra la Teoría de la Evolución ), para “que no
se fijaran solo en su cuerpo”. Afortunadamente. Un detallazo desviar la mirada
hacia otros menesteres. El video está en estudio para ser aprobado por la OMS , una vez que Leticia rinda
cuentas con la
Seguridad Social por los tratamientos psicológicos a que se
ve forzada aquella generación que fue torturada con el “okeymakey” y el “megachachi”.
Quizás antes la devore la anaconda. No hay que perder la esperanza.