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lunes, 30 de noviembre de 2015

Planeta Calleja

                                                  




Resulta refrescante encontrar en parrilla televisiva opciones que mixturen lo lúdico con el compromiso, el escapismo propio del espectáculo con la aproximación sesuda al personaje y su enjundia. Lo divino y lo humano en formato mediático con el añadido del concepto aventurero. La oferta de Planeta Calleja es cualquier cosa menos aburrida. El espectador puede recorrer una aldea de Nepal, sufrir la ascensión a un glaciar con un cantante, acompañar en un todo terreno a un político,o explorar unas cuevas subterráneas junto al chef de moda. Calleja domina el arte de la proximidad. Maneja el ritmo narrativo y somete al invitado a un aparentemente superficial tercer grado, pero es capaz de extraerle matices humanos y sociales, que otros entrevistadores profesionales no exprimen en sus tertulias. Calleja lo hace desde la cercanía. 

Les habla de tu a tú, mientras obliga al que padece vértigo a ascender una montaña o lleva al límite al invitado sobre un helicóptero. Calleja está rodeado de un equipo excepcional, que consigue que parezcan fáciles algunas de las escenas que conllevan una dificultad técnica alta, y una gran preparación física de los profesionales que sufren con él las incidencias. El formato técnico es impecable, la capacidad de entretener; notable; el acercamiento a los personajes; novedoso. El espectador cansado del habitual “vis a vis”, de las entrevistas al uso y los bustos parlantes, encuentra una dinámica certera, repleta de humor, sin tendenciosidad ni esquinamiento. Algo de agradecer en los tiempos que corren, donde cualquier comentario u opinión es rápidamente víctima de los trolls mediáticos. Tristes entelequias buscando su minuto de gloria. Siempre al acecho para horadar si el entrevistado o el protagonista no son de su palo. Los que anhelan una sociedad unidireccional, teñida de grisura. Dispuestos a politizar todo lo que se respira y verter su venenoso adoctrinamiento en la copa del prójimo. Aquellos, que cuando enseñaron tolerancia y coexistencia en su escuela de fanatismo, faltaron a clase. Parecen habitar otro planeta. Pero no es el Planeta Calleja… 

                    

jueves, 29 de octubre de 2015

Un concejáh de Mijah. El Catetismo Ilustrado

                                               



Este personaje, adscrito a esa nueva hornada de políticos, que considera que presentarse en las instituciones con estética abertzale (léase flequillo cortado a bocado de caballo), escasa higiene y con una camiseta de cuando era adolescente, es una actitud de trasgresión que te rilas. El mozalbete saltó a la palestra con una declaración de principios digna de figurar en aquellas viñetas de “13, Rue del Percebe”, donde el surrealismo campaba a sus anchas, retratándose con un manifiesto ágrafo y contumaz, de una gañanería militante. Durante un pleno del Ayuntamiento de Mijah, se debatía el nombre de una calle que debía llamarse “Del Descubrimiento”, asunto que al homúnculo (el del flequillo cortado a bocados) no debió parecerle de recibo. A continuación comenzó un discurso, antología de la bizarrez y la tontería vocacional, entre titubeos vocales (e intelectuales), con diversos cortes de riego sanguíneo en el ¿cerebro? El botarate; con estética de la película Apocalypto; vomitó un discurso rancio ya en su origen y putrefacto antes de nace, sobre el consabido genocidio de indígenas hace quinientos años. Añadió toda la parafernalia que un sector frenopático de nuestra política abandera como causa, obviando su relatividad histórica, olvidando visitar las bibliotecas en lugar de las escuelas de adoctrinamiento en estupidez. Al parecer a su grupo político no le gusta el nombre por sus resonancias imperialistas y proponen el nombre de “Calle Villa Romana” como alternativa al imperialista y malvado topónimo El personaje es autor del interesante trabajo “Negación punk en la sociedad vasca”. Inapreciable e imprescindible aportación al desarrollo de la cultura occidental. Por que el menda en cuestión es Doctor en Antropología y Profesor Universitario.

Al alcalde se le puede perdonar su gazapo al contestarle que los romanos invadieron España (sic). De su profesión no depende la formación de futuros ciudadanos, aunque merezca un tirón de orejas. Lo que invadieron los romanos se llamaba Península Ibérica (la Iberia de los griegos) y que a manos de aquellos “imperialistas” pasó a denominarse Hispania (vía fenicios). A parte de estos menesteres, el personaje, antiguo jurador de bandera en los cuerpos especiales; dedica sus ocios a la realización de un diccionario andalú, en el cual el se denominaría Huan Porrah en lugar de Juan Porras, aunque las lenguas difamatorias le refieren como “Juan Porro” o “Juan Chorras”. Elaborando unas normas ortográficas lunáticas, donde se aproxima a la jitanjáfora, desarrolla el habla de Andalucía como si se tratase de un idioma. Apoteosis del catetismo ilustrado, este Doctor en Antropología desconoce la diferencia entre dialecto, lengua y habla. Parece ignorar que la idiosincrasia de cada pueblo o ciudad en Andalucía utiliza diferentes fonéticas. Compendiarlas en un habla única, no sería otra cosa que una curiosidad visual, que reproduciría las peculiaridades sonoras de palabras del castellano, pronunciadas en cada zona. Lo shiento, pisha. Va a zé que noh.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Bertín versus Herrera. Televisión de calidad

                                 

Me lo habían recomendado gentes de bien (no de las otras). Ratificado por gente de orden (no de los otros). Conocedores de mi reticencia vocacional ante la tesitura de perder latidos de minutero a golpe de bazofia televisiva, visionando programas con vocación de fango. Pero fue la insistencia de gente de enjundia (no de los otros) la que me llevo a curiosear (vía zapping) el programa conducido por Bertín Osborne llamado “En la tuya o en la mía”. Como presumo de natural desconfiado (cosas de la edad) tiendo a escapar de los personajes poliédricos. Léase: aquellos que desempeñan diversos oficios, teatro, música, presentadores, etc. El motivo es que (incluyendo al mismo Da Vinci) que no terminó de cuajar parte de sus inquietudes, el llamado “Síndrome de Hombre del Renacimiento” esconde con certeza algún gazapo visceral o carencia de los aludidos, dada la imposibilidad estadística de hacerlo todo bien.

Lo que descubrí (Ah, incrédulo de mí) fue un programa de televisión con un alto nivel de realización, capacidad de entretenimiento y capaz de producir adicción durante su desarrollo. Lo que encontré cuando metí la mano (como Santo Tomas, no como los corruptos) fue que el desparpajo que se gasta el Osborne en su cotidianidad, abre camino a entrevistas cercanas, anecdotario atrayente y momentos humorísticos, que se agradecen entre las histerias patológicas de los “gran hermano” o las aberraciones mediáticas de “Salvamé” y demás morralla. En este lance Bertín jugaba; es evidente; con notable ventaja. El invitado era un comunicador de raza, master en escatología mediática y veterano en diversos lances, amén de poseer el gracejo propio de su terruño (esto no es un tópico), y una habilidad para narrar capaz de venderte humo (y que le des las gracias). Un maestro de la socarronería vocacional. Bertín se mueve como pez en el agua. Se ha convertido en la mosca cojonera para determinados poderes debido a su capacidad (y voluntad) de decir lo que piensa. Y de hacerlo con datos en la maleta, y en modo probatorio, asunto bastante molesto para los apoltronados. La espontaneidad del conductor mixturada con la bonhomía sarcástica y riqueza de verbo del entrevistado, capaz de hilvanar una leve anécdota y adornarla hasta el infinito sin causar tedio, ni bostezo. 

Este programa es la prueba fehaciente de que se pueden acometer productos de calidad entre tanta zafiedad, necedades folclóricas o fallidos y anulados intentos de subir el share. Cuando no soflamas o panfletos, pagados por el partido de turno, con presentador chachi-piruli que nos enseña como debemos pensar y quienes son los buenos de la película. “En la tuya o en la mía” entretiene. Posee el ritmo y el montaje apropiados para hacer pasar un rato agradable frente a la pantalla. La entrevista con Herrera ha puesto muy alto el listón. Frente a las ventosidades de Kilo Rivera o los inmundos manejos bajo el edredón que abanderan otras cadenas, Tve responde con un formato de calidad, fluido en sus formas y certero en su contenido, para ofrecer un rato de buena televisión. Sumando lo que ganan a la semana los patéticos bufones de “gran hermano” o los nauseabundos contertulios de “Sálvame” se podrían realizar unos cuantos programas de calidad. Echen las cuentas.

lunes, 19 de octubre de 2015

Willy Toledo, el cantamañanas

                                 


La carrera mediática del ciudadano Toledo ha seguido un sendero inversamente proporcional a su otra querencia (la actoral), hoy en día tan fosilizada que el más experto paleontólogo tendría mucho trabajo para seguir su estela. El ciudadano Toledo ejerce de cantamañanas vocacional para su particular (y escasa) parroquia. Lo hace sin vergüenza (propia, ni ajena) con un discurso mostrenco y zascandil, que desconoce la mesura. Nunca fue precisamente un intérprete del Actor´s Studio. El ciudadano Toledo ha confundido el método Stanislavski con el método Stalinlasvky. Cosas de la fonética (y del analfabetismo), de eso el ciudadano Toledo y su parroquia también poseen en abundancia. El genocidio practicado por los taimados conquistadores, consistió fundamentalmente en sustituir la religión de un pueblo imperialista que masacraba; arrancando el corazón; a los pueblos oprimidos y practicaba el canibalismo ritual, por otra que predicaba el amor al prójimo (que cabronazos, oye). Quizás este sea el problema del ciudadano Toledo, que ha demostrado una inquina selectiva hacia determinadas religiones. Tal vez para evitar encontrarse una gumia en el cuello si extendía su discurso mas allá.. Las razones de espacio obligan a no enumerar la cantidad de verdades a medias que contienen las soflamas de estos pamplinas. Para eso están las bibliotecas. Desear daño o muerte a terceros, es de mal nacido y denota espécimen de baja cuna. Son muchos los habitantes del terruño, que consideran la monarquía un sistema obsoleto y vestigio de la estructura medieval de la sociedad, pero manifiestan sus ideas con respeto democrático y en los cauces apropiados. No en las cloacas esperpénticas de la seudo-intelectualidad y la caspa militante. El ciudadano Toledo gasta aspecto de revolucionario de salón, de gurú menesteroso, con escaso afecto por la ducha o la lavadora. Es el look impostado, que asume parte de la progresía casposa de todo a cien, con trazas de meterse hasta las rayas de los pasos de cebra. En esta piel de toro sobran titiriteros inadaptados, abanderados de la mediocridad, a los que solo le falta el bolso de artesanía indígena para salir en las enciclopedias cuando buscamos: Progre trasnochado. Hay que escapar de la ignorancia contumaz que este “Mester de progresía” derrama a su paso, como juglares hábiles en la mendacidad y lo trivial. En este país sobran los salvadores, los revolucionarios de mesa camilla, los militantes de primera fila que tras la manifestación retornan a su mansión de lujo y nivel de vida capitalista. El postureo de quienes tienen inmobiliarias a golpe de talonario político y desde la pantalla, con instruida villanía,  echan pestes del sistema que están explotando. A estas alturas pensar que durante el 12 de Octubre algún ciudadano está celebrando la colonización es un absurdo histórico. Observar el mundo de hace quinientos años con ojos actuales, otro error garrafal. A nadie se le ocurre que al cantar La Internacional, alguien está celebrando los fusilamientos de las niñas zarinas durante la revolución rusa, las refinadas torturas en las chekas milicianas o el genocidio sistemático de los Gulag. Un dislate enciclopédico. Llama la atención que el ciudadano Toledo y demás cofrades, abanderen esa querencia por la historia pasada, frente a la voluntaria ignorancia respecto a lo que sucede actualmente con los sucesores de aquellos indígenas. Pueblos oprimidos por dictaduras bananeras, encarcelados y tiranizados delante de sus narices. Lo más grave de este personal no es la falta de higiene, el odio; adoctrinado desde la cuna; la malicia integral o su interés en mantener la fractura de las dos Españas de Machado. Desarma esa fascinación por la mediocridad, esa vocación de fango o el analfabetismo asumido como una celebración vital. Esto si es para mear y no echar gota. “Cosas veredes, Sancho amigo. Si han de gobernarnos esta kasta de malandrines, villanos y grande bellaquería”...

viernes, 9 de octubre de 2015

Ana Diosdado. La soledad del cómico

                          

Hay algo de efímero en las andanzas del cómico. Fugacidad que comparten artes como la música, la danza o el teatro. Ese instante mágico que solo es posible atrapar, cuando llega por vía directa al espectador que ocupa la butaca. Ninguna grabación puede reproducir la intensidad del instante, la energía transmitida, inatrapable y única. Ana Diosdado eligió esta profesión; en cierto modo ingrata; llena de luces y sombras. Lo hizo desde una carrera inacabada de Filosofía y Letras, pasando por la literatura como vocación para quedar finalista del premio Planeta con “En cualquier lugar, no importa cuando”, con veinticuatro años. A una edad en que otros andan deambulando sin rumbo por los senderos de la vida, ya había decidido su camino, actuado en la compañía de Margarita Xirgu y escrito otro libro “Campanas que aturden”.  Su mayor éxito quizás fue la obra “Olvida los tambores” (premios Mayte y Foro Teatral) una denuncia de la hipocresía social y la imposición de normas estrictas, que se convierte en espejo de la sociedad de inicios de los setenta, manejando un lenguaje rico y contenido, llegando casi a quinientas representaciones. Le tocó vivir años difíciles en aquella España pacata y garbancera. Un país de doble y triple moral, donde una serie como “Anillos de Oro” levantó ampollas y sirvió para que se rasgara las vestiduras lo más añejo de los sacrosantos valores patrios. Tan solo 13 capítulos para enfrentarse a una nación constreñida por el hisopo y el fajín cuartelero. Por aquella recordada serie desfilaron algunos de los grandes; inmerecidamente olvidados, como José Bódalo o José Mª Rodero. La sintonía de Antón García Abril pasó a formar parte de la historia de nuestra televisión. El éxito se repetiría con “Segunda Enseñanza”. Ana caminó entre los escenarios, la creación teatral, el guión, la faceta literaria o periodística (vocación más fuerte que la interpretación) reinterpretó su entorno y la visión del teatro (su obra El Okapi tenía 19 personajes) e incluso el mismo lenguaje dramático. Obras valientes como “Los Comuneros”, una parábola social estrenada al final de la dictadura, camuflaban bajo el teatro histórico la crítica sociopolítica y el uso despótico del poder. Lúcida metáfora de la voluntad del pueblo contra las imposiciones. El elenco que estrenó la obra en 1970 es una antología de lo más granado de nuestro teatro: María José Alfonso, Juan Diego, Jaime Blanch, Mercedes Sampietro, Emilio Gutiérrez Caba y Pastor Serrador.
Entonces Buero Vallejo era el gurú de la dramaturgia histórica (Un soñador para un pueblo, Las Meninas, El Concierto de San Ovidio). Se trataba de  un teatro complejo por el número de escenas y elevado número de actores, impensable hoy en día. La Real Academia la honró con el premio Fastnrath por su innovación en el lenguaje de los personajes. En su calidad de dramaturga, fue una rareza en un mundo mayoritariamente masculino. Por su atrevimiento en los temas de sus series televisivas, una pionera que demostró su coraje ante una sociedad que avanzaba lentamente hacia el cambio, lastrada por los fantasmas de la ignorancia. Le sorprendió el final del camino cuando triunfaba dirigiendo su última obra sobre los escenarios. Una imaginativa colisión entre ¿cómo no? dos mujeres fuertes y combativas: Una mundana, escasamente mística, Teresa de Avila (espléndida María José Goyanes) frente al carácter indomable de la Princesa de Éboli. Un texto de tinte clásico, que ha pasado por los mejores festivales (Almagro, Alcalá, Cáceres) La cálida voz, aterciopelada, de Emilio Gutiérrez Caba, otro de los grandes de la edad de oro del teatro en Tv (Estudio 1), representa a San Juan de la Cruz. Su marcha nos ha dejado sobre las tablas, una obra que seguirá recorriendo, sin duda con éxito, los escenarios, aún en ausencia de su autora. Es la grandeza y miseria del cómico. En el escenario de la vida; igual que en el teatro;cuando baja el telón estamos completamente solos.




miércoles, 12 de agosto de 2015

Políticos (Por la patilla)



                                       


No hay sensación mas indignante para la plebe (el currito de a pie) que coincidir con un contubernio de ágrafos y saltimbanquis políticos en algún acto cultural. En primer lugar por lo molesto de la situación (fulanos con pinganillo, medidas de seguridad, etc.) que lastran, dificultan (y molestan) la trascendencia de la obra, concierto o declamación. En segundo lugar por la certeza (absoluta e indiscutible) de que dichos saltimbanquis y funambulistas se encuentran de facto en dicho evento cultural, por la hispánica patilla (vamos, de gratis total). Añadamos que los connaisseurs y diletantes del arte en cuestión (ya sea teatro, danza o cualesquiera) no recuerdan haber visionado jamás el rostro de los interfectos en otros lugares (cuando hay que apoquinar, vaya) llegan a la conclusión de que los espantapájaros allí expuestos no son excesivamente aficionados a la cultura en general y al arte en particular, salvo cuando hay “de gratis”, o se requiere postureo por la presencia de algún artista de su palo político, que pueda servir de arbotante a sus veleidades mundanas. De ese modo los volatineros de turno no sólo habrán presenciado por el hispánico gañote un espectáculo que al votante le habrá costado rascarse el bolsillo (gracias IVA cultural), también acudirán al ágape Vip a posturear con los artistas (por la patilla) y serán devueltos a alguna de sus (varias) viviendas habituales en coches oficiales (por la patilla). En cifras contundentes: gasto cero patatero. Aportación al mundo de la cultura: cero patatero. Esta nefasta costumbre carpetovetónica, no es endémica de nuestra mezcolanza celtíbera (auque en algunas autonomías con equidad, ya le han cortado el rollete) también la epidemia invade en el vecino país. El sufrido público que acudía recientemente a un concierto donde estaban invitadas altas personalidades lusas, tuvo que esperar alegremente que terminasen el cocktail, y se dignasen acceder a las localidades (en primera fila), ya pasada la hora prevista y con la orquesta sufriendo de hipotermia, debido a la temperatura reinante. Añadan algún anacronismo como acudir a estos actos pertrechado con uniforme oficial (los médicos no acuden con bata, ni los abogados con toga) y comprenderán el abucheo que el respetable les dedico muy lindamente. El aficionado no gusta de tener cerca a personajes que se han triplicado el sueldo, o aseguran que bajándose el suyo no se arregla nada en el país (sic). Pero reconociendo su derecho de asistencia como ciudadanos comunes (que ser, lo son), es justicia que paguen de su bolsillo. Aunque vivamos en el terruño de Rinconete y Cortadillo o Guzmán de Alfarache (al menos estos tenían clase), no somos jilipollas.

martes, 16 de junio de 2015

Leticia se ha agrandado el chichi

                                        



No es el titulo de una película para marranetes. Tampoco del literario Virgo de Visanteta. Se trata de una efeméride imprescindible para el desarrollo de la cultura occidental: Leticia Sabater retorna (cual florecilla primaveral) al estado virginal. La chica peliteñida, la presentadora de ojos disímiles, que traumatizó a toda una generación con el “Okeymakey”, la chica de la neurona “megachachi” (su única neurona), vuelve a ser mozuela y entera. Aquesta mocedad recobrada la ha perpetrado Leticia tras informarse (ignoramos si puerta por puerta) que era de uso común entre las “celebrities”. Acompaña sus apasionantes declaraciones con un exceso de información (que diría el Travolta de Pulp Ficcion) describiendo el armamento excesivo de sus partenarires y las dificultades para el ejercicio satisfactorio de la coyunda; con unos especímenes tan dotados; que parecían pertenecer al mundo equino antes que al humano. La reconstrucción del virgo de Leti-leti ha resultado un arriesgado trabajo donde se combinan la espeleología, la paleoarqueología, y el buen hacer de restauradores de la escuela de Bellas Artes. Con ese prodigioso dominio del lenguaje cervantesco y la clase que la caracteriza, la show woman nos aclara que “tenía que agrandarse un poquitín el chichi”. Ignoramos si bajo cuerda se habrá solicitado una subvención para rehabilitación de estructuras arcaicas, que en los asuntos de verijas, toda precaución es válida y nunca excesiva. Para los bajos, calor y refajo. Leti es una cajita de sorpresas. Sus canciones destilan una poesía a caballo entre un Ruben Dario en ácido y un Bécquer fumeta tras una noche de farra:

                                            
             “Me gustan los latinos, me ponen cachonda,
               Cuerpos musculosos. Me pone su anaconda”


Extraordinario dominio del castellano y exquisita elegancia, se condensan en estos húmedos versos. La misma Leticia tiene el detalle de aclarar que introdujo escenas divertidas en su infumable video IMCA (un atentado integral contra la Teoría de la Evolución), para “que no se fijaran solo en su cuerpo”. Afortunadamente. Un detallazo desviar la mirada hacia otros menesteres. El video está en estudio para ser aprobado por la OMS, una vez que Leticia rinda cuentas con la Seguridad Social por los tratamientos psicológicos a que se ve forzada aquella generación que fue torturada con el “okeymakey” y el “megachachi”. Quizás antes la devore la anaconda. No hay que perder la esperanza.


lunes, 15 de junio de 2015

A Carmena le crecen los enanos (y Colau se ha coláo)

A Carmena le crecen los enanos. Es el paisaje después de la batalla. Tras el buen rollito y el flower power castizo a ritmo de flauta, acechaban los de siempre. Se han colado por la puerta grande. Carmena tiene un concejal al que le divierten los chistes filonazis, filoetarras y necrófilos. Ciertamente es un tema mas adecuado para los especialistas de salud mental, pero el problema es que dicho espantajo esta en nómina con dinero público. La otra joya de la corona es una enchufada de Errejón, que ha sorteado a personas más preparadas, para colocarse en cabeza. Sus méritos: asaltar un lugar de culto protegido por la Constitución, y realizar un casposo striptease que a nadie interesaba. Las Universidades Públicas no deberían acoger lugares de culto de ninguna religión, pero también es axiomático que los modos y maneras de manifestar la disconformidad pasan por la educación, el respeto (y la cultura). Nivelazo de tolerancia. Nivelazo de urbanidad y pudor el de esta prenda. También va a ingresar nómina a costa del bolsillo de todos los ciudadanos. Asunto espinoso si tenemos en cuenta su vocación de resucitar el terrible conflicto que llevó a la destrucción a nuestro país. “Arderéis como en el 36”, amenazaba, en un derroche de democracia, ecuanimidad y pacifismo “buenrollista”. El otro personaje esperpéntico es un fulano que en un prodigio de generosidad y empatía, solicitaba que algún político fuera “empalado”, en el más selecto concepto “gulag” de la política. En la otra punta del terruño, Colau oficiaba su Woodstock particular, su nombramiento de Suma Sacerdotisa de un concilio ecuménico, rodeada de miembros de distintas religiones. ¿Pero no se trataba de separar lo civil de lo confesional? ¿No deseábamos un ejecutivo laico y aconfesional? Mucho más sencillo hubiera sido enviar una carta a los miembros de la confesión católica explicándoles que su presencia (y la de los militares), no era precisa en actos civiles a partir de la fecha. Asunto cerrado. Por otra parte Colau invita a la desobediencia civil ante las leyes que se consideren injustas. Sobre el papel esta seudofilosofía es de una fermosura notable. Vamos, pura poesía. ¿Y si se desobedecen las leyes que su consistorio imponga? ¿Utilizaremos las represoras fuerzas de seguridad? ¿Cada ciudadano será una isla que decidirá que leyes son justas y cuales no los son? ¿Se mantendrá la tendenciosa cabalgata de Reyes Magos? Tomen nota del alcalde de Cádiz que ha prometido no cobrar más que lo que ingresaba antes de entrar en política. Y es que calzarse 2200 euros con la que está cayendo, teniendo como todo mérito hacer promesas, no parece demasiado antisistema. ¿Que los otros cobraban muchísimo más? Por eso eran unos sinvergüenzas. Hay profesionales con años de trabajo a sus espaldas que jamás se acercarán a esas cantidades. Muchos de ellos con titulación universitaria y concurso oposición. Sobre la responsabilidad del cargo, tan cacareada, el listado de profesiones con una competencia mucho mayor; incluso en vidas humanas; seria prolijo. Por otra parte nunca hay que olvidar que se accede a estos cargos de “motu propio”. Nadie les ha obligado. Esta es una de las asignaturas pendientes: Calibrar y definir el sueldo de los políticos. De este modo evitaremos situaciones insolidarias y escasamente escrupulosas. Protagonizadas por políticos que alegan a su bajada de sueldo “que no se va a solucionar nada”. Por supuesto, es más fácil bajárselo a los otros y seguir manteniendo el mismo nivel de vida. Para andar en política es preciso poseer largueza y raza. Y de esto, algunos andan bastante escasos. Esperemos que el Patio de Monipodio de corruptos y delincuentes, no se convierta en una Corte de los Milagros para menesterosos anímicos, cantamañanas diversos y desaforado culto a la personalidad.

martes, 2 de junio de 2015

Una gaviota sin plumas

                                                                                                      
Una gaviota sin plumas, quiso en la niebla navegar. Llegó la noche y no supo regresar. Era los años setenta. El grupo Mocedades interpretaba (vía Juan C. Calderón) esta canción en la controvertida película “Las Adolescentes”. Ahora es otra la gaviota desplumada y escarnecida (aunque el autor del logo aclara que se trata de un charrán). La gaviota pepera quiso en la niebla navegar. Partiendo de un voto mayoritario; tras la debacle zapaterista; el número de dislates y patochadas (con consecuencias funestas) se dibuja en cuarto creciente, hasta conducir al ave a la perdida del plumaje. La emprendieron con los funcionarios (cabeza de turco para todos los ejecutivos) y les sustrajeron paga extraordinaria y los famosos “moscosos”, un timo que el ejecutivo felipista pactó con los funcionarios ante la imposibilidad de subir el sueldo (12%) como correspondía. Al eliminar los “moscosos” y tampoco devolver el dinero (además de cornudo apaleado), el partido en el Gobierno pensó que proyectaba una imagen de “buen rollito” a la ciudadanía. La primera en la frente. Sin reposición de bajas, sin contratación de interinos, pronto se adivinó que la medida populista, era agua de borrajas. Un artificio contable para presentar en Bruselas. 
El sendero del absurdo se abría ante un ejecutivo incapaz de escuchar el clamor popular y de ver los que pasaba delante de sus narices. El autismo mediático del líder, haciendo oídos sordos a las peticiones de los ciudadanos, la reforma laboral más complaciente con los empresarios desde hace décadas, la siniestra e involucionista “Ley Mordaza”, y un largo listado de despropósitos. Pero el escollo más insalvable, ha sido no renovar la plantilla de su parque jurásico. Marianico el corto y sus muchachos, han mantenido en primera línea esperpentos como Esperanza Aguirre, recién escapada de un libreto valleinclaniano y que podía haber protagonizado “Tocatta y Fuga de Esperanzita”. Que falta de visión  mantener en la poltrona a “La Caloret”, convertida en un patético ninot mediático. Añadamos las andanzas del ministro Wertgonzoso. ¿Que cerebro privilegiado le concedió la cartera de Cultura? Con sus chapuzas de la Ley de Propiedad Intelectual, la quimera denominada “Ley de Mecenazgo” o las trabas continúas a la industria cinematográfica. De seguir este personaje gestionando estos menesteres, las carreras universitarias se reducirán a un año lectivo y cuatro o cinco de Masters (está claro que no tiene que pagarlos de su bolsillo). Ha pasado factura esa querencia obsesiva por la privatización y por cargarse un sistema sanitario modélico, en un país donde hasta el sol está privatizado. Un vistazo a los consejos de los grandes lobbys que manipulan esta plutocracia, nos mostrará la lista de ex-políticos (de todas las ideologías) recibiendo el pago a servicios previos. La pérdida del plumaje de esta gaviota se ha gestado en la prepotencia, la falta de empatía con el ciudadano, los trapicheos varios con amiguetes y camarilla empresarial. Pero la gota que colma el vaso de la paciencia del vecino, es ese desprecio soterrado hacia la ley, ese hacerse los locos con los corruptos (eufemismo acuñado para designar al chorizaco patadepalo de toda la vida), que induce a pensar en cuales serán los motivos de tanta protección. En lugar de desligarse de modo radical y tajante de estos delincuentes. De aquellas lluvias, vinieron estos lodos. Y a la gaviota la sorprendió con el plumaje exiguo.

martes, 3 de marzo de 2015

Ídolos (con pies de barro)

                                                

 
Los antiguos romanos (imperialistas ellos) gozaban de un conocimiento notable de la naturaleza humana. En concreto de la naturaleza indolente de aquellos que denominaban plebe, cuya haraganería y molicie les obligaba a la búsqueda de actividades con que entretener sus ocios, para evitar el noble ejercicio del pensamiento individual, con frecuencia origen de ideas peligrosas para el estado y las buenas costumbres. Nace entonces el Panem et Circenses. Lo que viene siendo el “te entretengo pá que no pienses” de toda la vida. Sagazmente manipulaban al personal con combates de gladiadores o alimentando fieras corrupias con filetes de prisionero. No hace demasiadas décadas nuestra excelsa televisión; tan solo dos Cadenas en blanco y negro; anestesiaba al personal con combates de boxeo, tauromaquia o partidos de fútbol en medio de la grisura imperante. Nobles actividades cuando el referente tiene otras opciones y elige de “motu propio”, pero peligrosa arma en manos de un gobierno que oferta los páramos baldíos de la ignorancia como oferta para que deambule alegremente el ciudadano. Los romanos actuales manipulan el opio del pueblo (la caja tonta), para entretener nuestros ocios con inanidades varias. Con la repetición, consiguen que el receptor de sus deyecciones llegue a considerar normal visualizar los escarceos amorosos de unos zascandiles que deambulan en porretas por una isla, o los enfrentamientos verbales de un grupo de cenutrios encerrados en una casa, vomitando insensateces. El “todo vale” cuando se trata de ver las majaderías que surgen de la pantalla, ha embotado la capacidad de criterio, aletargado el espíritu y la opinión, hasta el extremo de asimilar como cotidiano la anormalidad y el desvío. El espectador se zampa, sin especias ni cocción, la charcutería que les ofrece una programación claramente alienante, dónde los valores fundamentales son la falta de ética, de estética y de dignidad. Penetran en nuestras casas personajes patéticos, casposos hasta la médula, frikis desnortados, fulanos que piensan que la moral es una marca farmacéutica. Se fomenta la macarrería de callejón, el higadillo y la casquería, el analfabetismo vocacional, llevado con orgullo. Lo peor es que este mensaje envenenado llega sin filtro a los más jóvenes que reciben estos modos de conducta simiescos como algo cotidiano. Una generación cuyos valores están siendo pervertidos por el triunfo a costa de la propia entidad. Jóvenes que carecen de empatía y cuyo valor de referencia es el triunfo sin esfuerzo, ignorando a las personas o la propia autoestima. Los referentes sociales de los adolescentes son una gavilla de mostrencos, ágrafos por naturaleza, personajes de sainete, esperpénticos, carentes de enjundia, cuya aportación al género humano deja el listón bajo cero. El "Panem et Cirquenses" ha vuelto para quedarse. Nos siguen creando ídolos con pies de barro. ¿Ídolos del pueblo? Va a ser que no. Ídolos de la plebe. Que no es lo mismo

jueves, 26 de febrero de 2015

Estamos todos locos

                                             
 









Un leve vistazo a cualquier periódico o noticiario televisivo, plantea serias dudas sobre nuestra evolución desde aquellos tiempos en que perseguíamos mamuts para obtener alimentos. Los avances parecen haberse quedado en la epidermis. Hemos mejorado comodidades y servicios. La tecnología nos facilita agotar lentamente los recursos del planeta. Los adelantos médicos nos facilitan castigar durante más años a la naturaleza. Pero sin duda hemos involucionado en cuanto a estupidez y maldad. Nos hemos vuelto desalmados a nivel colectivo. Y lo que es peor, queremos compartir nuestra degradación con el resto de la humanidad, vía medios de comunicación o redes asociales. Un grupo de tarados representando una ejecución del estado islámico. Debióan encontrar graciosa la temática carnavalesca. Imposible imaginar mayor falta de sensibilidad. Otra noticia muestra unos canis dedicándose a lo suyo, violencia de macho alfa. El público que asiste a la pelea de estos jóvenes no se inmuta, se dedica a grabar con los móviles. Nadie interviene hasta que uno de ellos lleva un rato inconsciente de una terrible patada. Los comentarios: Te están dando la del pulpo, por parte de un espectador, denotan la catadura moral del cenutrio. Un inocente (e indefenso) perro es apaleado salvajemente por varios psicópatas que graban; entre risas; para colgarlo y compartir su valiente “hazaña” con el mundo. Adolescentes criados entre algodones y con todas las opciones de información a su alcance, se marchan de casa voluntariamente, para integrar grupos asesinos fanáticos. Al menos Hasan-i Sabbah (El Viejo de la Montaña) drogaba antes a sus "asesinos” para llevarlos a la fortaleza de Alamut y comerles el tarro con promesas de Paraíso. Estos jóvenes se marchan por su libre albedrío. En la libérrima Venezuela; paradigma de democracia y ejemplo a seguir; un chico de catorce años es asesinado en una manifestación. Un delincuente disfruta de vacaciones en la nieve a destajo, con un dinero que se supone no debería tener, mientras desahucian a familias y las dejan en la calle, con el beneplácito de la justicia. Una cadena televisiva dedica uno de sus programas-detritus a un caso de importancia mundial: el estreñimiento de Belén Esteban. Las sesudas meditaciones de los parroquianos acerca de la necesidad de un supositorio laxante que ayude a hacer su caquita, consiguen agotar el tiempo del filosófico programa. De las reticentes heces de la “princesa de la plebe” a la jugosa oferta que el marranete Larry Flynt le hace a Pippa Middleton, por un despelote de nada en su escatológica publicación. Lo grave de todo este asunto es que el avispado editor de basurillas, ha realizado correctamente sus cálculos. Una ingente cantidad de presuntos lectores, que pagaría por visionar el aristocráticorabel de la Middleton. Los mismos que tal vez no hayan dado una moneda para ayudar al prójimo en toda su vida. Estamos todos locos.

lunes, 23 de febrero de 2015

50 Bodrios de Grey

                                                 












Lo confieso (mea culpa). No he ido a ver 50 Sombras de Grey. No pienso hacerlo (ni de gratis). Ya tuve bastante ración de inanidad y vacío con su referente narrativo. Literatura para gañanes de líbido efervescente y/o féminas de vida sexual menesterosa. No hay otro modo de acercarse a semejante banalidad conceptual. Con frecuencia bajo la etiqueta de Best Seller se agazapa una suerte de producto alimenticio. Literatura fast food, digestión rápida para vacaciones a la sombra de los pinos (como en la canción). Esta narrativa de cordel, ligera de cascos (y de léxico) puede resultar gratificante cuando el autor consigue hilvanar argumentos leves, pero adictivos. Inanes a la par que sugerentes. Sucedió así con dislates como El Código Da Vinci, basado en las profundas“investigaciones “ del libro: El Enigma Sagrado, y que fue el origen del fenómeno literario de “los hijos pródigos”. Novelas nacidas a la sombra de grandes éxitos editoriales, que imitan preferentemente los defectos de aquellas. El orbe narrativo se inundó de teorías disparatadas y Da Vinci fue masacrado y diseccionado in vitro, en  productos  cada vez más casposos. Surgieron códigos secretos a porfía, secretos templarios hasta en el papel higiénico, estirpes perdidas, reliquias ocultas y secretos arcanos que harían tambalearse el orden establecido. Este fenómeno no era novedoso en los foros culturetas. 
Tras el éxito de la excelente propuesta de El Nombre de la Rosa, señero compendio de erudición y subyugante thriller, surgieron a su sombra, un racimo de detectives históricos. Monasterios, abadías donde la oración era sustituida por otros menesteres más mundanos y menos píos. Solo faltó un detective cañí; moreno de verde luna; que realizase sus pesquisas en el Sacromonte a golpe de bulería, exhibiendo tatuado “amor de madre” en el antebrazo. La saga del mago juvenil Harry Potter también sufrió de este tipo de sucedáneos, que crecen como setas, alimentándose del éxito ajeno. El inesperado ascenso al Olimpo de las superventas de un texto como 50 Sombras de Grey, pone sobre el tapete la coartada de un extraño híbrido que algún iluminado bautizó como “literatura erótica para mujeres”. Nada más lejano de la realidad. El texto infumable es intensamente antierótico y vocacionalmente falocrático. La definición que hace de si misma esta protagonista desnortada, para definirse en el epílogo de un escarceo amoroso nos da una idea del pelaje de la novela. Rememoren la canción La Bien Pagá y cambien en participio verbal por otro mas descriptivo. Esta trilogía de Gray; de escritura farragosa, carece de verdadera relación afectiva y humana entre los protagonistas,que poseen todo el tiempo de mundo para dedicarlo a sus perfomances. No hay nada inédito en estas páginas. Ningún descubrimiento del Nuevo Mundo en las escenas -presuntamente de alto voltaje- lo que hace más difícil comprender que adultos con relaciones equilibradas y satisfactorias puedan bucear en estas páginas a la búsqueda de acrobacias impensables o técnicas amatorias secretas. Estos libros son un tostón de qualité. Forman parte de esa literatura que el lector agota por darle una oportunidad de redención al resto de las páginas, por mas harto que se encuentre de “la diosa que hay en mí”. Si eliminamos la morbosa atracción por descubrir escenas de dominación y sumisión al macho; de improbable atractivo para un lector equilibrado; nos queda un bodriete un poco meapilas. Bien analizado ni penetra (si se me permite el juego de palabras) en el lado oscuro, y además naufraga como literatura de alto voltaje. A su sombra han empezado a nacer productos, donde priman las cadenas, esposas de diseño y demás parafernalia, junto a iconos de mujer sumisa o títulos que evocan esclavitud femenina. Una gozada. Si a esto le añadimos que quienes no se acerquen a esta lectura asepticamente (desde una perspectiva unicamente literaria) deberían meditarlo detenidamente. Para aquellos a quienes les pone este tipo de argumentos, simplemente aclararles que se están deleitando con una parafilia. Es decir con algo enfermizo, patológico, con diagnostico psiquiátrico, en el extrarradio de los parámetros de normalidad. Por si no se habían percatado.




martes, 20 de enero de 2015

Mesías



Mesías


                                                              
 Dan miedo los Mesías. Miedo y grima. Ofrecen paraísos y estancias en el jardín del Edén con adosados y vistas al mar.  Prometen hermosas huríes, envueltas en tules. ejecutando exóticas danzas (o castos y vigorizantes bailes regionales, vaya usted a saber) Aparecen con frecuencia en tiempos de sequía, augurando lluvia. En tiempos de hambruna, asegurando manjares exquisitos para todos. En los tiempos del cólera (con permiso de García Márquez) repartiendo elixires milagrosos. Son vendedores de humo, mercaderes de niebla. Pescadores cuyas ganancias se basan en el río revuelto, no en su habilidad con las redes. Parlanchines cuyas ofertas se apoyan en la ineptitud de otros, nunca en su propia valía. Te venden el oro, antes de encontrar el filón, caminan sobre las aguas sin saber donde está el lago. Dan mucho mas miedo cuando su oferta ya era vieja antes de nacer. Cuando la ranciedad de sus propuestas ya ha sido aplastada por el peso de la historia y la realidad. Pero su capacidad de seducción no tiene límites. Para eso son unos iluminados. 



Te hacen ver la luz donde reina la tiniebla. Viven para ofrecer fuentes inagotables donde sólo hay páramos desiertos. Aprovechan la desesperación y el cansancio humanos para ofrecer plazas seguras en un futuro optimista, pleno de felicidad que ellos nos van  a construir. Pero no pueden explicar los medios con que cuentan para crear ese paraíso en la tierra. El potencial cliente debe alimentarse de la fe, ya que la lógica le lleva a sospechar que estos ídolos caminan con pies de barro. Narran lo que los desesperados quieren oír, ofrecen aquello que los abatidos desean escuchar. Sus promesas para calmar la sed, carecen de pozos, sus ofertas de calmar el hambre se gestaron en graneros vacíos. Son viejos conocidos por la historia. El mundo clásico; que ya sabía mucho de éstos pájaros; tuvo a bien mentarlos en La Eneida, ese prodigioso culebrón nacido de la pasión amorosa  de una hermosa espartana llamada Helena. Timeo Danaos et dora ferentes (decía Virgilio, que ya los había detectado). O lo que es lo mismo: Temo a los Danaos, aunque vengan llenos de regalos (o sobre todo por esto).  Los habitantes de Troya no se enteraron de la movida y dejaron entrar el regalo envenenado (el caballo de Troya). Y se armó la de ídem. Pues eso.

The Extraordinary Tale. 2013

Título original The Extraordinary Tale of the Times Table Año 2013 Duración 79 min. País  España Director José F. Ortuño ,  Lau...