Paquirrin se ha dejado barba
Váyanse al carajo las
elucubraciones de Spinoza. Déjense en el olvido Sartre y su nausea. ¿A quien
la importa Jung y el inconsciente colectivo? El Ulises de Joyce; una chorrada para snobs; al carajo también. ¿Quién
es Kierkegaad? ¿Un jugador de fútbol del Este de Europa. ¿Y Borges? Ese si, un
jugador argentino…Al diablo el mito de la caverna de Platón. ¿ Bergman? Este
si me lo sé, jugaba en la selección sueca. Albert Camus. ¿No trabajaba en una
serie teenagers? Olvidemos las
disertaciones de Asimov, los mundos cegados de Kafka (peccata minuta), el teatro
de Beckett ¿Quién diantres es este fulano? ¿Alguien se interesa por el Boson de Higgs o La Navaja de Ockham? El Quijote. ¿Cómo iba a escribir bien este tipo si era manco? Cela,
Sampedro, De Prada. No recuerdo haberlos visto en ninguna discoteca. Cortázar:
una marca de cacahuetes. No, eso era Borges. Barroco. Manuelino. Rococó. Esta
si me la se, son marcas de ropita guapa. Se ruega una cierta complicidad y comprensión frente a nuestra ignorancia de todo lo anterior. Se trata de nociones insignificantes,
frente a un suceso fundamental para la historia del pensamiento occidental: ¡Paquirrin se ha dejado barba! Sublime
conocimiento y revelación desvelada desde las iniciáticas páginas de una revista del cuore. Contribución inapreciable
al desarrollo de la Cultura Clásica ,
de la Mediterraneidad
por antonomasia. La barba de Paquirrin
marcará un antes y un después. Hito fundamental, como lo fueran la Piedra de Rosetta, la tumba
de Tutankamón o ¿por qué no?, el descubrimiento del fuego. El mundo del arte y
la cultura ya no podrá sobrevivir sin esta piedra fundamental de su
arquitectura, sin esta llave maestra a nuevas dimensiones. El devenir de la Humanidad inaugura una
nueva senda desconocida desde la creación del lenguaje. ¿Cómo ha podido nuestra
especie sobrevivir sin conocimiento tan sublime? Paquirrin tiene barba. Este
excelso avance ocupará enciclopedias, papiros y el pedestal más elevado en la Biblioteca de Alejandría, si no la hubieran quemado
los mismos que ahora se preocupan por las barbas de este figurante. De momento
el único pedestal que ocupa semejante dislate es el de los kioscos, donde
noticia tan imprescindible se ha convertido en Palabra Revelada a los cuatro
vientos. Difícilmente llegaremos a vislumbrar como pudimos sobrevivir
hasta ahora, sin descubrimiento tan sublime. Nuestro universo, nuestras vidas,
ya no serán las mismas tras haber tocado la luz con la punta de los dedos.
Después de eones de tinieblas, sumidos en la ignorancia, sin alcanzar la
iluminación: Paquirrin tiene barba.
De momento la única revelación que aparece totalmente diáfana, es que este
personaje; de ojos inexistentes; se asemeja aún más al Hombre de Cromagnon que cuando no tenía barba. Patético.